El zirconio es un material no metálico que cumple con todos los requerimientos exigibles a un implante dental y que soluciona en parte el problema estético planteado por los de titanio. Se trata de un material cerámico de extrema dureza y resistencia que se ha usado durante años para la fabricación de brackets, pernos o muñones para colocar tras una endodoncia, así como para la confección de puentes y coronas dentales.

El zirconio destaca por su dureza y resistencia, ofreciendo otras características muy ventajosas en relación con los implantes dentales:

- Su color blanco es muy similar al de los dientes.
- Su biocompatibilidad es muy elevada, siendo así mejor tolerados por la encía.
- No permite la formación de placa bacteriana a su alrededor.
- Es menos alergénico que el titanio.
- Gran resistencia a los cambios de temperatura.
- El efecto corrosivo de los ácidos no le afecta.
- Garantía casi de por vida.  

Todo ello ha derivado en que muchos odontólogos consideren que el futuro de los implantes dentales está en el zirconio.